VISIÓN /MISIÓN
La iglesia de Dios será:
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Un movimiento comprometido con la autoridad de las Santas Escrituras en cuanto a la Fe y dirección
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Una comunidad fraternal cuya adoración atraiga el poder de Dios a la vida de la Iglesia y lo extienda a través de las vidas de los creyentes.
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Un cuerpo dirigido por el Espíritu, entendiendo plenamente que el bautismo con el Espíritu Santo es tanto una bendición personal, como una capacitación de poder para el testimonio y servicio en el cumplimiento de la Gran Comisió
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Un pueblo con hambre de Dios, que experimente la presencia de Dios y se maraville en su santidad a medida que conforma las vidas de los creyentes a la imagen de Cristo.
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Una iglesia nueva testamentaria, enfocada en la congregación local, en donde el pastor/la pastora alimente y guie a los miembros al ejercicio de los dones espirituales en el ministerio.
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Una iglesia que ame a todas las personas y se oponga a cualquier acción o política discriminatorias en contra de cualquier grupo o individuo debido a raza, color o nacionalidad.
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Una iglesia Cristo – céntrica que establezca relaciones afectuosas y que muestren genuino interés entre las familias, los miembros y las comunidades a las que servimos.
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Un movimiento que se interese y preocupe por el dolor y la soledad de los perdidos, marginados, y oprimidos de nuestra sociedad.
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Una gran familia que obedezca a la comisión de el cuidado pastoral establecido en Mateo 25.
NUESTRA VISIÓN
Nuestra Visión surge del entendimiento de lo que Dios se propone hacer por y a través de su iglesia. La gran comisión sigue siendo nuestro mandato de Cristo. vision mision
NUESTRA MISIÓN
Proclamar, sembrar, y cultivar el santo evangelio de Jesucristo a toda criatura para la gloria y honra de Dios.
Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. Mateo 28:18-20